21/11/2024
Enfermedades de transmisión aérea: ¿qué son? ¿Cuáles son los riesgos de contagio y cuáles los riesgos sanitarios?
Enfermedades de transmisión aérea: ¿qué son?
¿Qué es una enfermedad de transmisión aérea?
Las enfermedades de transmisión aérea son infecciones causadas por agentes patógenos (bacterias, virus, hongos) que se propagan a través de partículas suspendidas en el aire. Estos patógenos pueden ser inhalados por personas no infectadas, lo que provoca la propagación de la enfermedad. Estas enfermedades representan un importante reto para la salud pública debido a su potencial de transmisión rápida y a gran escala.
¿Cómo se transmiten estas enfermedades por el aire?
Esta propagación aérea puede tener lugar de diferentes maneras, cada una con sus propios mecanismos, pero es importante señalar que la transmisión aérea de un agente patógeno puede implicar los tres modos de transmisión. Esto depende del tipo de virus y de las condiciones ambientales
- Gotitas respiratorias: Estas partículas son expulsadas cuando una persona infectada tose, estornuda, habla o respira. Pueden depositarse en las mucosas de la nariz, la boca o los ojos de alguien cercano. Este es el modo de transmisión más común de muchos virus respiratorios. Es el caso, en particular, de los virus de la gripe y el sarampión.
- Aerosoles: partículas más pequeñas que las gotitas, los aerosoles pueden permanecer suspendidos en el aire durante periodos prolongados y ser inhalados a mayores distancias. Además de transmitirse por gotitas, se cree que el virus Covid también se transmite por aerosoles.
- Polvo contaminado: algunas enfermedades pueden propagarse cuando las partículas de polvo que contienen agentes patógenos vuelven a ser aerotransportadas. El polvo contaminado es el modo de transmisión menos común, pero sigue siendo posible en ciertos entornos específicos.
¿Qué condiciones favorecen la transmisión aérea?
Ciertos factores favorecen la transmisión de enfermedades por vía aérea. Comprenderlos puede ayudarnos a prevenir y controlar la propagación de infecciones.
- Espacios cerrados y mal ventilados: Los espacios cerrados y mal ventilados favorecen la acumulación y la suspensión prolongada de partículas transportadas por el aire, como gotitas respiratorias y aerosoles, lo que aumenta el riesgo de inhalación por parte de personas no infectadas. Este problema es especialmente preocupante en las salas de reuniones mal ventiladas y en los pabellones de los hospitales.
- Lugares concurridos: Los lugares donde se reúne un gran número de personas aumentan el riesgo de transmisión de enfermedades por el aire. La proximidad entre las personas facilita la dispersión de gotas y aerosoles, lo que aumenta las posibilidades de contacto con agentes patógenos (transporte público, escuelas, oficinas, centros comerciales y supermercados).
- Condiciones climáticas frías: Los climas fríos favorecen la transmisión de los virus respiratorios por varias razones. En invierno, las ventanas suelen estar cerradas, lo que reduce la ventilación. Además, algunos virus, como el de la gripe, sobreviven y se propagan más fácilmente a bajas temperaturas. Los ambientes interiores caldeados pero secos también pueden prolongar la supervivencia de los virus transmitidos por el aire.
Para controlar la calidad del aire interior en tiempo real, un monitor de calidad del aire puede ser extremadamente útil. Rastrea las concentraciones de contaminantes responsables de la transmisión de virus por el aire y proporciona datos en tiempo real sobre la humedad, los niveles de CO2 (un indicador de ventilación) y las partículas finas.
Enfermedades comunes transmitidas por el aire: riesgos de contagio, salud y mortalidad
Las enfermedades transmitidas por el aire representan un reto importante en términos de contagio, salud pública y mortalidad. He aquí un resumen de las enfermedades de transmisión aérea más comunes, sus riesgos y su impacto en la salud:
COVID-19
- Riesgo de contagio: Muy alto, especialmente en espacios cerrados y mal ventilados. Puede transmitirse por aerosoles a grandes distancias.
- Riesgos para la salud: Fiebre, tos, dificultades respiratorias, pérdida del gusto/olor. Puede provocar complicaciones graves como neumonía, síndrome de dificultad respiratoria aguda y problemas cardíacos.
- Mortalidad: Varía según las olas epidémicas y las poblaciones, pero se estima globalmente en torno al 1-2%, con variaciones significativas según la edad y las afecciones subyacentes.
Gripe
- Riesgo de contagio: Alto, especialmente durante los meses de invierno. La gripe se transmite por gotitas respiratorias.
- Riesgos para la salud: Fiebre, dolores musculares, tos, fatiga. Puede provocar complicaciones como neumonía, infecciones bacterianas secundarias y exacerbación de enfermedades crónicas.
- Mortalidad: Aproximadamente el 0,1%, con picos de mortalidad más elevados en ancianos, niños pequeños y personas con enfermedades crónicas.
Bronquiolitis (virus respiratorio sincitial VRS)
- Riesgo de contagio: Alto, especialmente en niños pequeños y ancianos. Se transmite por contacto directo con las secreciones respiratorias.
- Riesgos para la salud: Síntomas de resfriado, bronquiolitis, neumonía. Puede ser grave en lactantes y ancianos.
- Mortalidad: Tasa de mortalidad baja en los países desarrollados, pero más elevada en las poblaciones vulnerables. Los ingresos hospitalarios y las muertes son más frecuentes en lactantes y ancianos.
Tos ferina (tos convulsa)
- Riesgo de contagio: Muy alto, especialmente entre personas no vacunadas. Se transmite por gotitas respiratorias.
- Riesgos para la salud: Tos intensa, ataques de tos, vómitos después de toser. Puede provocar complicaciones graves como neumonía, convulsiones y apnea en lactantes.
- Mortalidad: Baja tasa de mortalidad en los países desarrollados gracias a la vacunación, pero sigue siendo significativa en los lactantes no vacunados.
Tuberculosis
- Riesgos de contagio: una persona es contagiosa desde 4 días antes hasta 4 días después de la aparición de la erupción. El virus puede permanecer activo en el aire y en las superficies hasta dos horas. El sarampión se transmite por gotitas respiratorias y es extremadamente contagioso, con una tasa de reproducción (R0) de entre 12 y 18.
- Riesgos para la salud: otitis media, neumonía y diarrea grave. Puede provocar complicaciones graves como encefalitis (1 de cada 1.000 casos) y panencefalitis esclerosante subaguda (rara pero mortal). Los grupos de riesgo son Niños pequeños, adultos no inmunes, mujeres embarazadas, personas inmunodeprimidas.
- Mortalidad: alrededor de 1 a 3 muertes por cada 1.000 casos en los países desarrollados, con tasas más elevadas en regiones con baja cobertura de vacunación.
Sarampión
- Riesgo de contagio: contagioso desde 4 días antes hasta 4 días después de la aparición de la erupción. El virus permanece activo en el aire y en las superficies hasta dos horas. El sarampión se transmite por gotitas respiratorias, siendo extremadamente contagioso con una tasa de reproducción (R0) de 12 a 18.
- Riesgos sanitarios: otitis media, neumonía, diarrea grave. Puede provocar complicaciones graves: encefalitis (1 de cada 1.000 casos), panencefalitis esclerosante subaguda (rara pero mortal). Los grupos de riesgo son : Niños pequeños, adultos no inmunes, mujeres embarazadas, personas inmunodeprimidas.
- Mortalidad: alrededor de 1 a 3 muertes por cada 1.000 casos en los países desarrollados, con tasas más elevadas en las regiones con baja cobertura de vacunación.
Más información sobre las enfermedades respiratorias: COVID-19, influenza, and other respiratory viruses – 2023-2024 autumn and winter season
Ventajas de equiparse con un purificador de aire profesional EOLIS Air Manager
- Protección de pacientes y personal médico
Garantizar la seguridad de los pacientes y del personal médico es una prioridad en todos los centros sanitarios. La transmisión de enfermedades a través del aire es un reto constante, por lo que deben aplicarse rigurosamente medidas preventivas para minimizar el riesgo de infección. Los purificadores de aire, como el Eolis Air Manager, desempeñan un papel crucial en este contexto al ofrecer una protección adicional contra los patógenos transmitidos por el aire. He aquí algunas de las principales formas en que estos dispositivos contribuyen a la protección en entornos médicos:
- Reducción de patógenos en el aire
Los purificadores de aire como el Eolis Air Manager están equipados con filtros HEPA que capturan partículas finas, incluidos virus, bacterias y hongos. Esto reduce la concentración de patógenos en el aire en espacios cerrados, disminuyendo el riesgo de transmisión.
- Mejora de la calidad del aire
Al eliminar los alérgenos, el polvo y los contaminantes químicos, estos dispositivos mejoran la calidad del aire interior, lo que puede beneficiar a todos los ocupantes, especialmente a los que padecen enfermedades respiratorias.
- Prevención de infecciones nosocomiales
En los centros sanitarios, el uso de purificadores de aire puede ayudar a prevenir las infecciones nosocomiales, un problema importante en los hospitales. Al reducir la carga viral en el aire, se reduce el riesgo de contaminación cruzada entre pacientes y personal médico.
- Apoyo a los protocolos de seguridad
Además de medidas preventivas como el uso de mascarillas, la desinfección periódica, la higiene de las manos y la ventilación, los purificadores de aire añaden una capa adicional de protección, especialmente en zonas con gran densidad de personas o donde la ventilación natural es limitada.
La importancia de la prevención y la higiene hospitalaria
Una gestión rigurosa de la higiene y la aplicación de medidas preventivas eficaces son cruciales para limitar la propagación de infecciones en los centros sanitarios. He aquí algunas de las prácticas clave que desempeñan un papel decisivo en la prevención de infecciones:
- Higiene de las manos: El lavado de manos y el uso de gel hidroalcohólico son esenciales para prevenir la propagación de agentes infecciosos.
- Desinfección y esterilización: La desinfección periódica de las superficies y la esterilización del instrumental médico reducen el riesgo de contaminación.
- Vigilancia epidemiológica y formación: La vigilancia epidemiológica y la formación continua del personal médico en protocolos de higiene son cruciales para el control de las infecciones.
- Equipo de protección personal (EPP): El uso de mascarillas, guantes, batas y otros equipos de protección personal es esencial para proteger a los pacientes y al personal contra el riesgo de infección.
La integración de purificadores de aire profesionales como el Eolis Air Manager, para complementar las medidas de higiene y los protocolos de control de infecciones, es crucial para proteger a los pacientes y al personal médico de las enfermedades transmitidas por el aire. Estos dispositivos mejoran la calidad del aire, reducen el riesgo de infección y respaldan los esfuerzos por controlar las infecciones nosocomiales, contribuyendo así a la seguridad de los pacientes y a la higiene general del hospital.